domingo, 15 de mayo de 2011

USO DE LAS TIC’S EN EDUCACIÓN: Guías de aprendizaje



La sociedad actual y su enorme avance científico se sustentan en el uso de tecnologías de la información y comunicación, lo que comúnmente se conoce como tic, y la educación no ha quedado al margen de ésta. De hecho, en la mayoría de los colegios, si no es en todos, se incentiva a los alumnos a aprender a través de su uso; softwares, páginas de internet, aplicaciones, etc, que “facilitan” la comprensión en ellos, pero, ¿están realmente aprendiendo?


El aprendizaje no sólo trata de ofrecer oportunidades de formación, sino también, debe generar conciencia y motivación para aprender. El estudiante debe ser un participante activo del aprendizaje, hacer uso de la multiplicidad del entorno, saber personalizar el aprendizaje y construirlo en base a sus necesidades específicas. Educar no significa moldear los contenidos y ponerlos al alcance de los alumnos, sino capacitarlos para esta experiencia. Es aquí en donde realmente vale la pena hacer uso de las tic’s en la educación; el material está, pero hay que saber cómo motivar a los alumnos para que no sólo lo usen como un medio de distracción, sino también, como una fuente de aprendizaje. Es por eso que se han creado las “Guías de aprendizaje”.


Comúnmente estamos acostumbrados a escuchar y hablar de todo tipo de guías; de contenido, de ejercicios, etc, pero, sólo obligan a leer y ejercitar a los alumnos, sin brindarles un real aprendizaje. En las guías de aprendizaje se da indicaciones a los alumnos sobre que tienen que hacer y guían su aprendizaje a través de preguntas orientadoras. Si bien es cierto, este material no sólo se usa en las tic’s, pero, es un instrumento con el cual los alumnos hacen un “buen” uso de ellas. Para que exista aprendizaje, se debe guiarlos a lo que deben aprender y si necesitamos para ello de las tic’s, no sólo debemos enseñarlas a utilizar, sino también, enseñarles a aprender con ellas, y las guías de aprendizaje, son el mejor instrumento para esto.

domingo, 8 de mayo de 2011

ABUSANDO DE LA TECNOLOGÍA

     Cuando hablamos de uso y abuso nos estamos refiriendo a la forma en que interactuamos con la tecnología y nuestros pares (otros seres humanos independiente de la relación). Muchas veces la tecnología se convierte en  barrera comunicacional, aunque precisamente se busque el efecto contrario.
   He asistido a seminarios y eventos similares y he visto con tristeza y enfado como el relator o moderador se sienta a proyectar y leer las imágenes que supuestamente hablan por sí solas, mientras los asistentes tenemos en las manos una copia de papel. Probablemente, si el nivel cultural o profesional es similar entre asistentes y relator no haya mayor conflicto, y todos disfrutemos un coffe break y nos vayamos a casa o al trabajo a repasar el tema. El problema se presenta cuando los asistentes son de niveles socio-económicos o educacionales menores al  o los relatores, pues se quedan esperando que alguien les explique lo revisado en pantalla y ni siquiera logran articular pregunta en la ronda ofrecida al final de la exposición. 
     Lo peor es que muchas entidades públicas y educacionales ofrecen estos seminarios, cursos y talleres con el mismo esquema. El resultado es cero interacción personal, bajo aprendizaje y pésima comunicación y, ni hablar de la calidad de las presentaciones que suelen ser guardadas y expuestas, sin actualizaciones pertinentes, una y otra vez. 
     Alguien debiera decirle a estos expositores (que juran que se lucen con sus presentaciones y su espléndido nivel de usuario de las herramientas tecnológicas afines) que dosifiquen el uso de la tecnología; que aún es preciso interactuar verbalmente con la audiencia, no sólo leer la proyección. Por cierto ello implica que deben prepararse más en el tema a exponer, lo que con toda seguridad se agradecería.